viernes, 4 de noviembre de 2011

Científicos miden por vez primera el contenido de los sueños.

Investigadores de la Sociedad Max Planck para el Avance de la Ciencia (MPG) de Alemania, en colaboración con científicos del Hospital Charité de Berlín, han conseguido por vez primera analizar la actividad del cerebro durante sueños específicos.



A la izquierda, actividad de la corteza motora durante el movimiento de las manos en estado de vigilia. A la derecha, actividad en la misma región cerebral al mover las manos durante el sueño. Fuente: Instituto Max Planck de Psiquiatría.
A la izquierda, actividad de la corteza motora durante el movimiento de las manos en estado de vigilia. A la derecha, actividad en la misma región cerebral al mover las manos durante el sueño. Fuente: Instituto  Max Plank de Psiquiatría.

Según publica la MPG en un comunicado, los autores de la investigación fueron capaces de hacer estas mediciones gracias a la ayuda de soñadores lúcidos, es decir, de individuos que son conscientes de que están soñando, y también capaces de alterar el contenido de sus sueños.

El estudio consistió en medir la actividad neuronal de estas personas durante movimientos soñados, aunque voluntarios, y compararla con la actividad cerebral registrada durante la ejecución de movimientos reales, llevados a cabo en estado de vigilia.  A los soñadores se les pidió, en primer lugar, que tomaran conciencia de su sueño mientras dormían en el interior de un escáner de resonancia y que, cuando alcanzasen ese estado de lucidez, lo comunicasen a los investigadores mediante movimientos oculares. Además, los científicos pidieron a estos individuos que, mientras soñaban, apretaran repetida y voluntariamente su puño derecho y, después, también su puño izquierdo, durante un periodo de diez segundos.

Estas acciones permitieron a los autores del estudio registrar el acceso al denominado sueño REM, una fase en la que los sueños son percibidos de manera particularmente intensa. El registro fue hecho con la ayuda de un electroencefalograma (EEG). Los científicos pudieron también detectar el inicio de la fase lúcida del sueño con esta misma tecnología. A partir de ese momento, los investigadores midieron la actividad cerebral correspondiente a la parte del sueño en el que los soñadores cerraban sus puños. Esta actividad, aunque onírica, provocó que se pusiera en marcha una región de la corteza senso-motora del cerebro que es responsable de la ejecución de movimientos reales durante la vigilia.
Michael Czisch, uno de los autores del estudio, afirma que todos los datos obtenidos sugieren que “nuestros sueños no son como el “cine”, en el que simplemente observamos lo que sucede de manera pasiva, sino que implican una actividad cerebral que está vinculada con el contenido de lo que estamos soñando”.

La mayoría de los sueños lúcidos suceden en la etapa de sueño paradójico o fase REM, y se dan espontáneamente o a voluntad, gracias al aprendizaje. La consciencia de soñar le da al soñador la posibilidad de controlar deliberadamente, no sólo sus acciones, sino también el contenido y desarrollo de los sueños. La capacidad de reconocer y controlar los estados oníricos fue mencionada ya en textos budistas del siglo VII. En Occidente se ha estudiado el fenómeno en condiciones de laboratorio desde finales de los años 70 del pasado siglo.
Fuente: Tendencias 21

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