viernes, 1 de julio de 2011

Evaluemos nuestros Paradigmas.

Por Marel Pérez Pérez

 "No podemos resolver problemas usando el mismo tipo  de  pensamiento   que  usamos cuando los creamos".
                                                                                                                               Albert Einstein


Sólo al hablar de "Cambio", comienzan a moverse en nuestro interior un conjunto de dudas y temores,  que sin darnos cuenta, aumentan nuestros niveles de resistencia. Es bien conocido que los cambios generan incertidumbre y también que la naturaleza humana tiende a la adaptación y a la "acomodación" en determinadas situaciones de vida, donde muchas veces terminamos lamentándonos sin saber a ciencia cierta (o sin querer), lo que tenemos que hacer para que las cosas resulten diferentes.

Aristóteles definía la existencia de Cambios Naturales y Artificiales, refiriéndose a estos últimos como la intervención externa, ajena, violenta, sobre la sustancia. Y por demás, diría yo, la más difícil de encarar. Hay cambios que resultan "fáciles" de realizar, por ejemplo: adaptarnos a un nuevo puesto de trabajo, con mejor remuneración económica, cambiar nuestro guardarropas por prendas más modernas, cambiar el modelo de auto, etc. Sin embargo, otros como: cambiar de pais de residencia, terminar una relación de pareja, el fallecimiento de un ser querido, nos llevan muchas veces a vivir en un proceso de duelo, que puede extenderse más allá de lo normal.

Pero hoy quiero hablar del "Cambio de Paradigmas", es decir, del cambio de nuestros esquemas, modelos de pensamiento. Paradigma se deriva de la palabra griega "paradeigma", que significa "modelo". En Psicología, hablar de Paradigmas implica hablar de ideas, pensamientos, creencias y actitudes acerca de las personas y/o situaciones que nos rodean. Implica, por demás, que este conjunto de ideas y creencias han sido aprendidas y aprehendidas a lo largo de nuestra existencia, han sido transmitidas y asumidas por nosotros, la mayoría de las veces, sin ser puestas a prueba; asumiendo como "verdadero" o "falso" lo que nuestros padres, nuestra familia, nuestra sociedad, valoran como verdadero y falso.

Y es aquí donde radica el problema de los Paradigmas, en la forma que hemos asumido para interpretar la realidad, casi siempre más allá de lo que la realidad misma pretende decirnos. La salud y la enfermedad psicológica son puestas a prueba en esa forma de asumir lo que nos pasa y de determinar qué hacer con lo que nos afecta. Podemos angustiarnos y vivir una vida de sufrimientos, preocupaciones, remordimientos, ira o por el contrario, evaluar a cada momento la realidad y cómo la estamos enfrentando, asumiendo un actitud más saludable y menos neurótica, cómo?: dándole cabida al dolor cuando irremediablemente este se presente, analizando que pueden existir otras formas de ver mi realidad y que tal vez no me lo esté permitiendo, no victimizándonos, no buscando justificaciones a nuestras actitudes y comportamientos, no creyendo que tengo la respuesta a todos mis males y también el designio de lo que está por ocurrir, buscando nuevas alternativas y maneras ( reitero "nuevas", no haciendo lo mismo que he venido haciendo y que me ha llevado a los resultados de ahora) de asumir la realidad. No darnos por vencidos, ni pensar que las cosas tienen que ser como son.

No estoy proponiendo desechar nuestros Paradigmas, estos resultan verdaderamente útiles y ayudan a encontrar una vía, un esquema de interpretación de la realidad. Estoy proponiendo que seamos conscientes de su existencia, que seamos conscientes que tal vez necesiten ser renovados o reemplazados. Sólo así estaremos haciendo un verdadero Cambio.

Les dejo con este ilustrativo video y con la idea de: Cuántas veces he hecho lo que estos Neanderthales????....... Y les recomiendo ver "Arquitectura del malestar", del Dr. Calviño, otra muestra de los Paradigmas.


1 comentario:

  1. Y esa disposicíón a renovar nuestros paradigmas,a ver las cosas desde otro ángulos que termina haciéndonos crecer y por ende cambiar y así dejar (como dice ud) de recorrer el "caminito de la locura".
    Un beso

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